jueves, 9 de febrero de 2017

Maqueta. Concurso Lagunas de la Moraña en El Oso (Ávila).

Concurso de ideas para el
Centro "Lagunas de la Moraña"
en El Oso (Ávila).
LEMA: "CARRIZAL".
mayo 2012


PROYECTO:
Daniel Cano Fernández-Carrión,
M. Isabel Sobreviela Ruiz y
Carlos Cano Fernández-Carrión.

Maqueta de 0,70 x 0,60 m de base, a escala 1:100, realizada en cartón de maquetas, con acabados en policarbonato, metacrilato, fibras vegetales y césped artificial.

MAQUETA DE CONCURSO.
La parcela donde se ubica el concurso es irregular, situada entre medianeras en el centro del pueblo, horizontal, sin referencias al entorno natural al que debe servir. ¿Por qué no acercar las lagunas al pueblo?¿Por qué no recrear un fragmento de ese magnífico paisaje en el centro de El Oso? La propuesta se basa en reducir al máximo la distancia física que existe entre El Oso y sus lagunas a través de la arquitectura, creando y recreando un fragmento de su ecosistema en el centro del pueblo, accesible para todos y con un sinfín de recorridos y visitas posibles.
El proyecto se crea a partir de unas hileras de pilares metálicos estrechos anclados al terreno, con una parte “sumergida” en la planta sótano y otra parte visible, mucho más alta que la anterior, igual al carrizo que crece en las lagunas. Sujetos a estas hileras, una serie de pantalanes de madera, muy ligeros, que van ondulando al compás de los usos previstos en el interior y que dejan la planta baja libre de muros ciegos y por último un edificio de tres plantas, revestido de la misma chapa que las naves agrícolas cercanas, que cierra la medianera este y alberga los usos privados del programa y el núcleo de comunicaciones.
El resto de los límites de la parcela se cierran, bien con muros vegetales aquellos que delimitan patios, bien con muros ciegos con el mismo relieve que las hileras de pilares el resto.
Y por supuesto, el agua. El agua es un componente fundamental en la configuración del paisaje por ser un recurso con fuerte carácter estético, pero también porque su disponibilidad en cantidad y calidad condicionan tanto el uso que se hace de ella, como la naturaleza de los elementos vivos del paisaje, permitiendo o impidiendo su existencia.
El agua conecta distintas partes del edificio, dirige flujos de materia y energía, modela el relieve y delimita espacios. Por eso, se aprovecha la construcción de un nuevo edificio de uso público para dotar al pueblo de un depósito de agua de lluvia depurada, que además nos sirve de motor para el resto del proyecto.
Todas las cubiertas del edificio son ajardinadas, tipo aljibe, que canalizan el agua sobrante para sus sustento hasta un haz de pilares huecos por los que desciende a la planta baja. Allí recorre una serie de lagunas artificiales con especies vegetales autóctonas que cumplen una doble función: por un lado es una muestra del ecosistema de las lagunas de El Oso, y por otro lado, depuran el agua de lluvia, conduciéndola a la planta inferior, donde se recoge en un depósito subterráneo, donde le aplicarán un tratamiento final para ser aprovechada en el propio edificio y por todo el pueblo, a través de la fuente pública abierta hacia la plaza, en la planta de acceso.


Si quieres ver la maqueta de trabajo, pincha aquí.
Si quieres ver las láminas del concurso, pincha aquí.

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